Guisos y platos de cuchara para el invierno

Patatas guisadas con costillas del Hotel & Spa La Salve - Imagen cortesía de Ruralka
photo_camera Patatas guisadas con costillas del Hotel & Spa La Salve - Imagen cortesía de Ruralka
La gastronomía tradicional y a fuego lento se convierte en protagonista de la nueva iniciativa culinaria de Ruralka para conocer la geografía española a través de la mesa.
Distintas propuestas para recorrer España disfrutando de los guisos y ollas con encanto, cocinados a fuego lento y con productos de la tierra. Hoteles que ofrecen platos tradicionales: recetas con perdices que no han cambiado en cien años, albóndigas de la abuela, guisos al horno o caricos montañeses. Un homenaje al cocinero del campo, el que está en un pequeño hotel con encanto, que reivindica la cocina regional, recetas con historia.

Como la de La Casona de San Pantaleón de Aras (Cantabria), donde Rosa y Chema han abierto recientemente su restaurante al público en general, con una cocina de mercado fiel a los productos de la zona. En las épocas de frío ofrecen un plato tradicional de cuchara, muy popular, los Caricos Montañeses. Parte de las verduras que utilizan en este guiso, junto a los caricos, las trae de su huerto, Alejandro, un vecino octogenario que se acerca siempre en su bicicleta. El carico es una alubia típica de Cantabria, autóctona, redonda, brillante y de color vino oscuro que se produce y vende de manera local. Curiosamente debe su nombre a las tropas napoleónicas que compraban "haricots" para el rancho y así los paisanos acabaron llamando "caricos" a sus alubias rojas.

Tino, propietario de la Aldea Soñada del Angliru, en Asturias, decidió hace tiempo hacerle un homenaje a su abuela que preparaba las albóndigas cada vez que reunía a toda la familia. Ahora, Tino las ha incluido en la carta y es uno de los platos que más se demanda, albóndigas sabrosas, aromáticas con salsa de almendras para mojar...

El potaje Campillano del Club Ecológico Cuesta de Patas en Cuenca, es la propuesta de Juan, el propietario de este singular hotel dentro de una finca ecológica con huerto, jardines y granja. Este potaje de Campillo de Altobuey del que toda la materia prima viene de la producción de la finca, es un potaje sabroso, delicioso, nada graso y ecológico.

Cuando llega el invierno Gloria prepara la Escudella Barrejada en Mas Rabiol, su masía gerundense del siglo XVI en pleno Ampordá convertida en hotel rural. Un guiso hecho con cariño y muchas horas de fuego.

En Toledo, es posible disfrutar del spa y luego comer unas reconstituyentes patatas con costillas en el restaurante El Borbollón. En el Hotel & Spa La Salve es uno de los platos estrella cuando llega el frío.

En un caserón de labranza restaurado del siglo XVIII se puede degustar una tradicional sopa de perdiz. En La Casa del Villar de Cuenca la preparan con perdiz roja y verduras ecológicas. Perdices también, pero estofadas las de la Posada Fuenteplateada (Segovia), donde Pepe, en el restaurante de su hotel, las cocina como las hacía su padre Primitivo Martín.

Y en la cocina de temporada tampoco faltan las setas, boletus edulis salteados con huevo a poché y trufa en el Hotel & Spa Etxegana en Vizcaya.

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