Los leones vuelven a su patio de la Alhambra

Después de un delicado proceso de restauración de casi cinco años, la primera de las 12 figuras regresa a su emplazamiento en el famoso patio de la Alhambra.
Los doce leones nazaríes irán abandonando a lo largo de la semana la cripta del Palacio de Carlos V para regresar a su definitiva y original ubicación. La primera de las piezas elegida para iniciar la instalación ha sido el “León nº8”, trasladada en una operación delicada y de máxima precisión. La elección de este león no es casual, es el que ofrece una mejor situación para ser retratado y para que las cámaras reflejen el proceso. Cuando los doce leones estén en su antiguo emplazamiento, comenzará la instalación del circuito hidráulico y la pavimentación de mármol, hasta recuperar el aspecto de 1494.

La restauración de los doce leones ha sido realizada por un equipo multidisciplinar de más de 200 personas integrado por técnicos del Servicio de Conservación de la Alhambra, el Instituto Patrimonial de España y el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Un trabajo de casi cinco años que ha costado más de dos millones de euros.

Durante el proceso de restauración se han hecho algunos hallazgos, como que los leones, aunque aparentan ser iguales, tienen rasgos que los hacen únicos. Cada bloque de mármol fue minuciosamente escogido en cantera por el tallista para que las vetas naturales de piedra resaltaran su figura, en la que contrastan diferentes pelajes, fauces con dentaduras afiladas y pliegues muy marcados.

La reproducción de seres animados está prohibida por el islam, de ahí que los leones de la Alhambra sea un misterio y los convierta en una obra cumbre del arte hispanomusulmán. Recientes teorías apuntan a un origen judío de las piezas o indican que durante el reinado de Muhammad V se puso de moda el barroquismo, un estilo que se corresponde con el de los leones.