
29 de enero de 2015, 1:00
Los hermanos Wachowski idearon una distopía futurista que marcó época con la trilogía de Matrix. En su última propuesta cinematográfica –Jupiter ascending- han aligerado la carga filosófica, aunque de nuevo aparecen profecías sobre elegidos y héroes –heroínas más bien- que se rebelan contra el (aparente) veredicto que rige sus destinos.
Esta aventura espacial gira en torno a Jupiter Jones (Mila Kunis), una cenicienta postmoderna que no es consciente de su linaje genético hasta que aparece un soldado interestelar (Channing Tatum) con la misión de protegerla y darle a conocer su verdadera identidad, que legitimará las acciones futuras que habrá de llevar a cabo. Un argumento, que en ciertos aspectos evoca a películas como Terminator (James Cameron, 1984), -al mercenario enviado para salvar a Sarah Connors del ciborg asesino-, y a la saga Star Wars (George Lucas, primera trilogía 1977, 1980, 1983) –la princesa Leia, como Jupiter Jones, pertenece a una regia estirpe-. Hallamos también reminiscencias estéticas deudoras de Blade Runner (Ridley Scott, 1982) y de El quinto elemento (Luc Besson, 1997), como el diseño de la urbe, cuyas calles nos resultan conocidas, ya que si bien en la película nos indican que es Chicago, en realidad se trata de la ría de Bilbao.

Lana y Andy Wachowski rodaron varias secuencias en el entorno del Museo Guggenheim: el Campo Volantín –donde establecieron el set de rodaje-, el puente Zubizuri y el de la Salve, las torres Isozaki Atea, y otros lugares emblemáticos. El resultado: la capital vizcaína transformada en una oscura metrópoli -en un "CiberBilbao"-. Seguimos la pista de las localizaciones de Jupiter ascending, y recorremos la que fuera zona más industrial de Bilbao: la ría, cuyas aguas reflejan el museo con escamas de titanio, las arcadas negras de los muelles, las grúas pintadas de vivos colores, y las naves industriales con rotos ventanales.


Bilbao ya había aparecido en el cine con desigual presencia. En 1966, Pedro Olea estrenó el documental La ría de Bilbao, un retrato poético social de la vida en los dos márgenes de la ría. También la incluyeron en sus ficciones, entre otros directores: Imanol Uribe (Adiós pequeña, 1986); Enrique Urbizu (Todo por la pasta, 1991); Daniel Calparsoro (Salto al vacío, 1995); Vicente Aranda (Celos, 1999); Borja Cobeaga (Pagafantas, 2009); y hasta en una de las entregas de 007 –El mundo nunca es suficiente- (Michael Aptead, 1999), en la que en una de las secuencias contaban con un papel estelar varios agentes de la Ertzaintza.
Sin embargo, la visión más acida y apocalíptica bilbaína es la de Alex de la Iglesia, así lo reflejó en su película Acción Mutante (1993), y unos años antes como uno de los autores del cómic BurdinJaun (el Señor del hierro), que comenzó a publicarse en 1987 como suplemento de La Gaceta del Norte, de Bilbao; la historia se situaba en Euskópolis, una violenta ciudad gobernada por el tirano Gran Dakari. De la Iglesia continuaría a modo de "spin off" con uno de los personajes: La cosa de la Ría.

Según el guión de Jupiter ascending, los Wachowski debían incluir una catedral para rodar varias secuencias; no fue posible hacerlo en la de Santiago, en el casco viejo de Bilbao. Ni siquiera en "la catedral", el estadio de San Mamés. Se adecuaba más al diseño de producción una catedral anglicana, que no tuviese excesivos elementos escultóricos o litúrgicos -como en los santuarios católicos-. Fue elegida la Catedral de Ely, en Inglaterra, que ya aparecía en El discurso del rey (T. Hooper, 2010).
