
21 de septiembre de 2011, 2:00
El refinamiento y protocolo en la mesa son un exponente de nuestra cultura, y las cuberterías son verdaderas joyas que visten las mesas.
Me fascinan los detalles, los usos de cada pieza. Cada colección aborda un uso y una actitud diferente ante cada plato: las cucharas de helado, los cuchillos de paté, las pinzas y demás.
Hace unos años un tenedor para arroz me fascinó. Podíamos comer arroz y pinchar los tropezones. Es un tenedor ancho y compacto en su base que toma forma de cuchara. En casa se le llamó Tecucha, por la unión de "Tenedor" y "Cuchara".
Y es esa simbiosis de transformarte para ser más capaz, lo que quiero subrayar. En ocasiones necesitamos ser diferentes a como somos o esperan que seamos.
Siempre se ha dicho que la capacidad de adaptación es lo que nos hace grandes. En estos difíciles momentos por los que atravesamos todos y concretamente los restaurantes, debemos y tenemos que convertirnos en Tecuchas, saber adaptarnos y cambiar de forma o registro para que podamos cumplir con nuestro servicio.
Siempre nos queda esa opción, la de cambiar. Adoptar otra forma de negocio, otra manera de ser, o buscar un objetivo mas asequible y mas cercano a nuestra felicidad. Por que al final se trata solo de eso, de ser feliz.