Baelo Claudia, una ciudad romana en la costa gaditana

Columnas de la basílica de Baelo Claudia
photo_camera Columnas de la basílica de Baelo Claudia

La costa que se extiende entre Tarifa y Cádiz guarda parte de los rincones más bellos de Andalucía y probablemente de España. Un ejemplo de ello son las ruinas romanas de Baelo Claudia. En la playa de Bolonia los romanos encontraron el lugar idóneo para levantar una nueva ciudad en el siglo II a.C., cuya fundación y desarrollo estuvieron muy ligados a la industria del salazón y al comercio con el norte de África, que la convirtió en puerto de unión con Tánger.

Prácticamente en la orilla del mar, y con la montaña de San Bartolomé y la Sierra de Platas a su espalda, no cuesta imaginar por qué los romanos eligieron este emplazamiento. El marco es incomparable, pero fue determinante su posición estratégica en el Estrecho de Gibraltar. Por eso, en la playa salvaje de Bolonia (a 23 kilómetros de Tarifa), los romanos, construyeron Baelo Claudia, una ciudad pequeña, pero que representaba perfectamente el concepto de urbanismo y la vida en una urbe romana: el foro, los templos, la basílica, los edificios de carácter administrativo como la curia o el archivo, el mercado, el teatro, las termas, el barrio industrial, los acueductos y la muralla.

La captura del atún en almadraba y su conservación en salazón, fueron el motor de prosperidad de la ciudad. Cuando el pescado llegaba a la factoría, lo limpiaban y lo cortaban. Después, se apilaba en grandes depósitos o piletas, excavadas a ras de tierra, donde se salaba y donde permanecía unos veinte días. Una vez salados, se metían en ánforas cerradas con un disco de arcilla y se depositaban en los almacenes a la espera de su traslado. Una industria que en poco en nada se diferenciaba de la de hace un siglo. Factoría de salazones

Pero no sólo vivieron del salazón, otra de las actividades de Baelo Claudia, enormemente curiosa, era la elaboración de una salsa conocida como “garum”, un antecedente del caldo concentrado, una salsa aderezada con vísceras de pescado y que constituía uno de los manjares más preciados en la capital imperial. Parece que allí trabajaron marineros y sabios gastrónomos elaborando el codiciado caldo del que se desconoce la receta, que acompañaba todo tipo de comidas y que los médicos solían recomendar por sus facultades alimentarias y curativas.

El recorrido comienza en el Centro de Visitantes del Conjunto Arqueológico de Baelo Claudia, obra del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra e inaugurado a finales de 2007. Este edificio sirve de espacio de exposición, de restauración y en él se almacenan numerosas piezas de las distintas excavaciones practicadas en la zona. El conjuntoestá compuesto por dos salas de exposiciones permanentes y una destinada a muestras temporales. Además, cuenta con una biblioteca temática especializada en el mundo romano y una tienda.

Vomitorio del teatroUna vez visitado el museo, llega el momento de pasear por los restos de Baelo Claudia, un paseo en el que nunca se pierde de vista el Atlántico ni la duna de la playa de Bolonia. Lo primero que encuentra el visitante es el acueducto Este de la ciudad, uno de los tres que abastecían de agua potable a sus habitantes. Y, antes de traspasar la muralla, una extensa necrópolis tardía compuesta por un importante número de enterramientos.

Parada imprescindible del recorrido es la factoría de salazones, un gran complejo industrial y el único integrado al interior del recinto amurallado.

El centro neurálgico de la ciudad era la Plaza Meridional, allí se desarrollaban las actividades administrativas, culturales y religiosas. Alrededor del foro se levantaban la Basílica –destinada a la administración de justicia-, el Archivo Municipal, la sala de votaciones, y otros edificios civiles. Al otro lado del foro, la parte religiosa: tres templos simétricos dedicados a los dioses Juno, Júpiter y Minerva y el Templo de Isis.

Pero el visitante no puede marcharse de Baelo Claudia sin acercarse al Teatro, que construyeron aprovechando la pendiente de la ladera. No cuesta imaginar a los 2.000 espectadores que cabían en sus gradas, que acudían a ver las representaciones de los actores, que siempre eran hombres, aunque les tocara interpretar papeles femeninos. Y no cuesta imaginarlo porque todos los años, vuelve a llenarse su aforo para acoger el Festival Juvenil Europeo de Teatro Grecolatino –este año se celebrará entre el 23 y el 25 de abril-.


NO TE LO PIERDAS

En el mes de agosto –todavía no hay fecha concreta-, para huir del calor, se celebran las Noches de Baelo. Una manera mágica de visitar la ciudad romana con numerosas actividades entre las que se incluyen visitas guiadas con música, una representación de las tres fábulas clásicas de Esopo -La Liebre y la tortuga, La Cigarra y la hormiga y El cuento de la Lechera-, o recitales literarios.


DUNA DE LA PLAYA DE BOLONIA

La playa de Bolonia, tres kilómetros de arena blanca finísima, es una de las pocas playas vírgenes de la costa gaditana, apenas sin urbanizar. Su belleza, se debe a las ruinas romanas de Baelo Claudia, que se pueden verde desde toda la plata y a su duna gigante.

Una vez recuperado el aliento, tras el ascenso, la vista desde lo alto de la duna resulta espectacular, la costa africana en el horizonte, y mirando hacia el interior, se extiende un enorme bosque de pinos.

Tras el baño de rigor en las aguas atlánticas y, si el tiempo acompaña, nada mejor que reponer fuerzas en cualquiera de los tres chiringuitos que hay a pie de playa donde degustar raciones y pescado fresco.


 

DATOS DE INTERÉS

El acceso se realiza a través de la Carretera Nacional 340 (Cádiz-Málaga). A la altura del punto kilométrico 70,2 de dicha carretera, se encuentra la intersección de la carretera provincial CA-P-8202, que se dirige a Bolonia y El Lentiscal. Siguiendo esta última, y a menos de 8 kilómetros desde el cruce, se llega a Baelo Claudia.

El conjunto arquitectónico permanece abierto del 1 de julio al 30 de septiembre de martes a sábado de 10:00 a 20:00 horas. Del 1 al 31 de octubre y del 1 de marzo al 31 de may, de martes a sábado, de 10:00 a 19:00 horas. Del 1 de noviembre al 28 de febrero, permanece abierto de martes a sábado, de 10:00 a 18:00 horas. Los domingos y festivos durante todo el año el horario de apertura es de 10:00 a 14:00 horas. La entrada es gratuita para ciudadanos de la UE. Tel. 956 68 85 30.

Más información en la página web oficial de Baelo Claudia.

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