La capital nazarí presume de tener el mayor número de miradores de toda Andalucía

Descubre Granada desde rincones que no conocías

Miradores
Rincones fascinantes desde donde poder deleitarse con una de las ciudades más bonitas del planeta.

Dijo Alejandro Dumas: “La verdad, señora, empiezo a pensar que hay un placer todavía mayor que el de ver Granada. Y es el de volverla a ver”. No por nada, existen en Granada rutas de miradores para poder recorrerlos todos y no perderse detalle de cada postal, de cada instantánea que ofrece la ciudad andaluza.

Por el Albaicín, con sus miradores de la Cruz de Rauda; el de San Nicolás; San Cristóbal o San Miguel Alto. Desde el Sacromonte, con La Chumbera; La Abadía; la Placeta de la Lomilla o el propio mirador del camino del Sacromonte. Quedarse con alguno de ellos en concreto es ciertamente complicado.


Otros tienen quizás, menos afluencia al ser menos conocidos, como por ejemplo el mirador de Alixares, donde se puede obtener una buena panorámica desde el Paseo del Salón hacia la Sierra, como son los Distritos Ronda, Zaidín y parte del Distrito Genil. Un sitio tranquilo y con pocos visitantes.

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Mirador de Alixares

Hay también un rincón casi olvidado, con ese cierto encanto que tienen los sitios donde alguna vez hubo vida, que recibe el nombre de mirador del Torreón. Está ciertamente apartado de las rutas turísticas ordinarias al encontrarse sobre el Campus universitario de La Cartuja, lo que le hace un sitio aún más genuino. Se trata de un templete que en su día formó parte de unas instalaciones jesuitas del siglo XIX. Aunque es posible que su legado histórico vaya más allá, ya que en época romana fue zona de alfares (hornos de cerámica). Las últimas investigaciones arqueológicas han confirmado la existencia de una almunia o palacete rural de época nazarí.

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Mirador del Torreón


Aunque hablando de palacios nazaríes, tal vez contemplar la ciudad desde uno de ellos con unas vistas difíciles de igualar, sea el factor que marque la diferencia en una visita inolvidable. El Hotel Alhambra Palace, con su terraza panorámica, regala a quien lo quiera visitar una panorámica fastuosa. Asomarse a la totalidad de una de las ciudades más admiradas y reconocidas dentro y fuera de nuestras fronteras. Ver el atardecer de Sierra Nevada con una copa de vino, o despuntar el sol sobre los tejados y campanarios en silencio con un café... Sería difícil imaginar un escenario mejor. Ya lo tenía claro Francisco de Icaza cuando dijo aquello de: “no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada”.

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Mirador Alhambra Palace


 

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