Ribera del Duero: mejor región vitivinícola 2012 del mundo

Bodegas Protos - Peñafiel
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La prestigiosa revista norteamericana "Wine Enthusiast" acaba de galardonar a la D. O. Ribera del Duero con el codiciado "Wine Start Award" como mejor región vinícola del mundo en 2012. El premio reconoce la calidad de los caldos ribereños, sus procesos de elaboración y el capital humano de la comarca castellono-leonesa.

En esta tierra huele a vino. Más de doscientas bodegas integran la Denominación de Origen “Ribera del Duero”, que se extiende por las provincias de Valladolid, Burgos y Soria. La prestigiosa revista norteamericana Wine Enthusiast acaba de galardonar a la Denominacion de Origen Ribera del Duero con el codiciado Wine Start Award como mejor región vinícola del mundo en 2012. El premio, alcanzado en pugna con otras zonas productoras como Napa Valley y el Valle de Walla Walla (EE.UU.), Valle del Loira (Francia) o Cape Winelands (Sudáfrica) reconoce la calidad de los caldos ribereños, sus procesos de elaboración y el capital humano implicado.

Cualquier recorrido por la Ribera del Duero puede comenzar en Peñafiel (Valladolid), centro neurálgico de ese tiralíneas trazado por la D. O. en el que la producción de vinos de calidad es una forma de vida y al que el enoturismo está llevando cada vez más gente. Algo se mueve en este extremo oriental vallisoletano: sólo hay que ver la creciente presencia de edificios vanguardistas rodeados de viñedos que salpican el ondulante paisaje a un lado y otro de la opaca cinta del Duero. Como el erigido a los pies de la fortaleza de Peñafiel, por las bodegas Protos y el arquitecto británico Richard Rogers. La visita hay que concertarla previamente en el tel. 659 84 34 63 (10 €).

Un lugar de referencia para comenzar tu viaje: el Museo Provincial del Vino (tel. 983 88 11 99). Es posiblemente el museo privado más rentable del país (por el número de visitas). Tienes dos opciones: hacer la visita por libre (6,60 €) o hacerlo de manera guiada (3,30 €). También tienes la posibilidad de participar en una degustación comentada y dirigida por un enólogo (9,20 €). El castillo, edificado originariamente por el infante Don Juan Manuel en el siglo XIV, organiza visitas guiadas a sus instalaciones y ofrece unas panorámicas únicas sobre el casco antiguo y la ondulante raya verde del Duratón.

La huella romana. Pintia es el nombre de una ciudad vacceo-romana cuyos vestigios se sitúan entre los términos municipales de Peñafiel y Pesquera de Duero, a 4 km de la capital comarcal. Aunque el yacimiento sólo se visita entre julio y septiembre, en Peñafiel hay abierta un Aula Arqueológica (Plaza del Coso, 32) donde se recrea el poblado y la necrópolis, reproduciéndose escenas de la vida cotidiana de hace 2 milenios. La entrada cuesta 2,50 €. El otro museo que se puede visitar en Peñafiel es el Comarcal de Arte Sacro, situado en la iglesia de Santa María (Plaza de España, s/n; 2,50 €). En la Oficina de Turismo facilitan la adquisición de un bono cultural (tres visitas por 6 €).

En casa con Tomasa y Mariano. Tomasa y Mariano parecen haber salido del túnel del tiempo. Su casa, una mansión de principios del XX situada en la Plaza del Concejillo, acoge a los curiosos que se acercan por aquí los fines de semana (en pases únicos los sábados a las 12, 13, 17, 18 y 19:30 h y los domingos a las 12 y 13 h). Ellos lo llevan con una resignación más o menos contenida, aunque al final acabaran invitándote a un trago de vino y a unas pastas. Para visitar la Casa-Museo de la Ribera, llama a la Oficina de Turismo de Peñafiel (tel. 983 88 15 26). Los pases teatralizados cuestan 5 €. Un repaso a los modos de vida de hace cien años que te hará pasar un rato inolvidable.

Hacia Valbuena y Quintanilla. Calcando el curso del Duero por su orilla norte, la carretera gira en Pesquera –junto a la ermita del Santo Cristo- hacia San Bernardo y Valbuena de Duero. Desde octubre de 2011 las Bodegas Matarromera, en Valbuena de Duero, pusieron en marcha una iniciativa pionera en la zona: rutas con vehículo y chófer privado. El centro de operaciones es el Centro de Interpretación Vitivinícola Emina (tel. 902 43 01 70) e incluyen traslados, cata comentada, comida con maridaje y visita al monasterio cisterciense de Santa María de Valbuena (160 €/persona). Desde el Emina se llega a San Bernardo, donde abre sus puertas el monasterio cisterciense de Santa María de Valbuena, de los siglos XII-XVI. Las visitas son guiadas, duran unos 40 minutos y su horario, de martes a domingo, es de 10 a 14 y de 16 a 20 h. En Quintanilla de Onésimo, a orillas del mismo Duero funciona el Parque Temático de la Arquitectura del Vino. Si te gusta la cocina de autor, puedes acabar aquí mismo tu recorrido, en el Hotel Fuente de la Aceña (tel. 983 68 09 10).

Feng-Shui. El hotel rural Lavida Vino-Spa (tel. 983 88 15 59) propone una escapada slow en la que todo gira alrededor del mundo del vino, los polifenoles y sus cualidades terapéuticas. Está situado en Aldeayuso, aldea a 4,5 km de Peñafiel, y cuenta con una zona hidrolúdica pionera en el entorno de la Ribera del Duero vallisoletana. El hotel, construido en torno a un lagar del siglo XVIII en base a la filosofía Feng-Shui, cuenta con una zona de catas, un restaurante y 17 tranquilas y amplias estancias. Entre los tratamientos individualizados que propone está el baño en vinoterapia y esencias, envoltura en extractos de uva o de arroz y ducha Vichy al aceite de uva.

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