Girona se viste de flores

Imagen cedida por el Ajuntament de Girona
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Entre el 11 y el 19 de mayo, la edición número 58 de Girona, Temps de Flors volverá a llenar monumentos, patios y jardines del color de la primavera.

Hace ya mucho tiempo que Girona dejó atrás el sambenito de ciudad fría y oscura. Gentes de todo tipo se preparan para recibir la luz del mes de mayo en la 58 edición de una exposición que transforma el espíritu de la ciudad, confiriéndole por unos días, un aspecto insólito y de contagiosa alegría. Es de hecho una de las razones -sino la principal- que llevó a la prestigiosa publicación norteamericana National Geographic Traveler a recomendar, en 2012, Girona como uno de los diez mejores destinos mundiales para viajar en primavera. Foto de Pere Durán

En la memoria de los gerundenses quedan ya lejos aquellas primeras convocatorias que comenzaron celebrándose en la iglesia de Sant Domènec por iniciativa de algunas vecinas. En los años 90 el ayuntamiento asumió la organización de un evento que el año pasado en atrajo 200.000 visitantes a Girona.

La exposición, que este año se celebra entre los días 11 y 19 de mayo, convierte el casco antiguo y algunas zonas de la ribera izquierda del Onyar, en total 145 espacios, en un gran escenario al que concurren artistas, viveros, escuelas especializadas y todo tipo de entidades –entre profesionales y aficionados a la jardinería-, empeñados en estrujarse el ingenio para engalanar de mil y una maneras los rincones y monumentos de la ciudad. Para esta edición, se han definido diez espacios imprescindibles que el visitante no debe perderse y que estarán identificados con un código QR que aportará más información sobre la obra floral. Ésta decena de imprescindibles son la Catedral -sus escaleras y claustro-, la iglesia de Sant Feliu, los Baños Árabes, las sarracenas, la plaza de los Jurados, San Lucas, la iglesia de San Martín, San Nicolás, la casa León-Avinay y los Jardines de los Alemanes - Torre Gironella.

Los patios y edificios privados habitualmente inaccesibles, abrirán las puertas de manera gratuita de 10 a 21 h, excepto el miércoles 15 y el sábado 18, que abrirán hasta las 24 h. Durante estos días, el Punt de Benvinguda seguirá con su programa estable de visitas "Girona Walks", con salidas todos los días a las 10.15 h. A parte de la oferta estable, el Punt de Benvinguda ofrece servicios discrecionales de guías en diferentes idiomas.Foto de Pere Durán

Por segundo año se apostará por el turismo accesible. Se pondrá a disposición de los visitantes que presenten alguna dificultad para desplazarse, la posibilidad de realizar el itinerario de Girona, Temps de Flors con una silla de ruedas eléctrica o con una scooter adaptada. Por otra parte, y también dirigido a las personas con movilidad reducida, se realizará un itinerario adaptado con dos tipos de visitas -en función de las discapacidades de los visitantes- y también una salida nocturna. En total, habrá cuatro salidas diarias -de 10 a 12h, de 12 a 14h, de 16 a 18h y de 18 a 20h- con un coste de 3€.

Tampoco faltará la música, "Girona A Cappella Festival", que este año celebra su segunda edición, estrena formato con la concentración de conciertos en un solo escenario en la plaza de la Independencia. Del 11 al 19 de mayo, la sonoridad de la voz se juntará con los colores y los olores de las flores. Y el domingo 12 de mayo, con motivo de la celebración del Día Europeo de la Ópera, la plaza del Vi será el escenario escogido para poder escuchar en directo fragmentos de ópera y canciones relacionadas con las flores.

Hostelería y restauración se sumarán a la fiesta del color. 41 restaurantes ofrecerán menús elaborados con flores y distintos establecimientos y locales de ocio nocturno ofrecerán a los visitantes aperitivos, cócteles, tapas, tisanas y dulces florales. Embellecida la ciudad, es el momento de descubrir sus muchos encantos.


CUATRO SITIOS IMPRESCINDIBLES DE GIRONA

1. CASAS DEL ONYAR. Se trata de una de las imágenes más conocidas y representativas de la ciudad. Pese al escepticismo inicial, la rehabilitación de este grupo de edificios emprendida a principios de la década de los ochenta y, sobre todo, la decisión de pintar sus fachadas ribereñas con colores que van del amarillo al rojo, pasando por diversas tonalidades de anaranjado, convierten el transcurso del río Onyar por la ciudad en un escenario de singular belleza, especialmente durante el atardecer. Cuatro puentes peatonales permiten el paso de un lado a otro: el Pont de Pedra, el de Sant Agustí, el de Gómez y el de Ferro, un geométrico pasillo de hierro construido por la compañía del ingeniero francés Eiffel.

2. CATEDRAL. De visita inevitable, desde el punto más alto de su escalinata barroca la panorámica del Parque de La Devesa y de los Pirineos resulta inmejorable. Pero no es éste su principal argumento: el campanario y su fachada barrocos esconden la gran sorpresa que aguarda al visitante. Su única nave, la más grande que dejó el gótico en el mundo con 23 m de anchura, engrandece el espacio interior. El Museo Capitular custodia celosamente una arqueta de plata repujada que perteneció a Hixem II, califa de Córdoba allá por el s. X, y uno de los tapices más antiguos de Europa, el de la Creación, del s. XII. Tras su ábside, en los Jardines de La Francesa, se puede ascender al Passeig de la Muralla.

3. CABALISTAS. El call (barrio judío) gerundense sugiere un evocador paseo por el espacio físico de la antigua aljama: cinco siglos de presencia judía –más o menos turbulenta- que alcanzaron su cenit cultural con la escuela cabalística, desarrollada por Nahmánides -también conocido por Bonastruc ça Porta, Gran Rabí de Cataluña-, autor de varios tratados didácticos que difundieron ampliamente los conocimientos científicos de su tiempo y al que se considera como el primer poeta cabalístico español. El Centro Bonastruc ça Porta, actual Museo de los Judíos de Cataluña es un activo centro cultural y de estudios sobre la antigua Sefarad.

4. BESALÚ. Tanto el Alto como el Bajo Ampurdán y la comarca de La Garrotxa quedan a tiro de piedra de Girona. Siguiendo la huella judía es inevitable acercarse, lago de Banyoles por medio, hasta Besalú, uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Cataluña. Su Pont Vell, que salva con siete arcos desiguales el cauce del río Fluviá, se construyó en el s. XII. Aquí se encuentran los restos íntegros de un miqvé o baño de purificación judío. Fue descubierto casualmente en 1.964 y en Europa sólo se conservan otros dos similares. Se trata de una sala subterránea que utilizaban para la purificación física y espiritual, y se piensa que sobre ellos estuvo levantada la sinagoga.

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